lunes, diciembre 03, 2007

Algo más sobre la famosa pastilla

He leído la esta sección de "Cartas al Director" del diario gratuito Publimetro, múltiples ataques y acusaciones al gobierno o a la concertación por la famosa “píldora del día después”. Lo acusan de antidemocrático, de terrorista, de autoritario…en fin, un montón de sandeces mas. El señor Felipe Bermudez dice en su carta ¿Por qué no se cambia el nombre?, indica que “se violentan las conciencias de los chilenos, obligándolos a vender pastillas abortivas”. Pienso que vivir bajo las reglas morales de unos pocos comerciantes, es violentar la conciencia, no en realidad no, es mutilar la conciencia. Además mezcla esta obligatoriedad con democracia. A mi parecer, democrático sería que las famosas pastillas estén al alcance de cualquier persona (iba a decir cristiano, como dice el dicho popular, pero por su connotación religiosa me abstuve). ¿Si la mayoría de los chilenos aprueban que se vendan estas pastillas, porque debemos abstenernos de tenerla, solo por unos pocos que se arrogan la dictación de principios morales? Estos principios cambian con el tiempo o las época. Lo que ahora es inmoral no lo será en 50 o 100 años mas. Les recuerdo que antes era moralmente aceptado quemar a las brujas. Y hasta no mucho tiempo atras hacer desaparecer a las personas también. Me pregunto ¿que harán estos señores cuando en 100 años exista una escasez de alimento y la gente muera de hambre y enfermedades por todos lados?, ¿cuando los niveles de contaminación y falta de oxigeno y agua lleguen a extremos mínimos para la subsistencias de la vida?
Que el gobierno asegure el poner al alcance de “todos” una píldora determinada es definitivamente democrático. La decisión de tomarla es absolutamente personal.

A mi parecer hay cosas mas urgentes de revisar que la famosa pastilla. Los ejemplos van desde la contaminación, hasta el sistema de salud, pasando por el sistema educativo. Esos puntos son mas esenciales para lograr una democracia plena.


DedoEnLaLlaga.

No hay comentarios.: